Enloqueciendo

Miro el reloj me dan las dos, las tres y así consecutivamente se me van dando las horas, son tristes flojas, engullo otro plato de comida. Me sirvo un trago fumo un poco pero no ayuda nada ayuda me duele pensar en que quizá sea un muerto en vida y aunque le busco no encuentro la salida y trato de adivinar que me causo esto.

Todos los días me levanto diciendo: Hoy empieza mi nueva vida, hoy saldré y le daré la cara a la vida y tendré las agallas para afrontar lo que venga pero no pasados los diez minutos me siento atrapada.

Atrapada, inútil y no tengo respuestas para ninguna pregunta, el tiempo me pisa me aplasta. Por las noches me entra un miedo atroz sobre la muerte, la siento en toda mi piel en mis entrañas la sensación de final del dolor físico que causa la muerte para acabar contigo y luego cuando el sueño me vence vienen las pesadillas extrañas que ponen en jaque todo lo que lo que pudiese o tratase de entender en ellos.

Estoy enloqueciendo necesito volver a creer en la vida, pero nada me retiene y cada día mi mente se aleja mas de mi aunque le grito y la obligo a mirarme a reconocer en lo que me esta convirtiendo pero no se si se avergüenza tanto o simplemente le da lo mismo pero la fuerza de voluntad no hace nada por salvarme.

Tengo que retomar el control de toda esta mierda, lo tengo que hacer de una vez por todas.

nueve de junio del dos mil quince.

las nueve treinta y dos de la noche.